La gran pena de tener que vender el anillo que nos
heredó la abuelita asumiendo que solo nos pagaran el peso del oro en gramos,
perdiendo los diamantes, o cualquier perla que tenga la joya y ni pensar
en la hechura caprichosa del bendito anillo, pues eso sí que no vale
nada, toda vez que la van a desintegrar apenas la compren.
Y como todo puede ser peor, debemos sumar a este
acto de renuncia a cambio de liquidez, el evitar caer en manos de
inescrupulosos negocios que engañan a la gente.
Por todo lo anterior y para evitar que tú pena
nuble la capacidad de tomar una buena decisión.
Acá te dejo 5 consejos para evitar que pases un mal
rato a la hora de tener que vender tus joyas
1- Lo primero es saber si tu joya es para llevarla a
una compra de oro común y corriente o si su valor esta más centrado en un
diseño exclusivo y su antigüedad, con un valor más allá de su peso en oro. En
ese caso debes acudir a un anticuario o una joyería de prestigio para recibir
asesoría y en muchos casos ellos compran ese tipo de piezas, logrando así un
mejor precio.
2- Distingue entre una empresa que te compra la
joya y paga lo justo versus una empresa que te presta el dinero en modo
(Empeño), pero que a la larga sólo terminas pagando dinero
como interés y te prestan siempre menos de lo que te darían en una empresa de
compra de oro tradicional.
3- Compara varias casas de compra de oro.
Fíjate
en cuántos años lleva en el Mercado, su grado de seriedad y revisa comentarios
en redes sociales. Anda siempre en compañía de alguien para evitar ser víctima
de un robo en tu trayecto.
4- Pesa tu Joya, para eso basta con un bascula de
cocina digital, la que te indicara con bastante fidelidad el peso de la pieza,
recuerda eso sí, que sólo se pagara por el oro, por tanto las perlas o piedras
no cuentan en el peso final.
5- Antes de ir con tu joya al mercado, asesórate de
cuál es el valor aproximado de tu joya en relación a los quilates
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